Ingredientes
Leche – 1 litro
Azúcar – 400 gramos
Preparación
Ponemos la leche y el azúcar en una cacerola de fondo grueso y
calentamos a fuego suave.
Cocinamos, removiendo regularmente con la ayuda de una varilla, hasta
que gran parte de la leche se haya evaporado.
El tiempo de cocción suele ser de en torno a una hora. Tras la cual, la
mezcla tendrá una consistencia considerable. En ese momento, apartamos del
fuego y vertemos en un recipiente de cristal donde dejamos que se temple.
Una vez fría, ya podemos utilizarla o guardarla en la nevera para
usarla más adelante.
Anotaciones y
Consejos
Debéis tener en cuenta que la leche condensada adquirirá mayor
consistencia una vez que se haya enfriado, por lo que os recomendamos que no la
cocinéis en exceso, ya que podría quedar demasiado consistente.
Insistimos en la necesidad de remover la mezcla regularmente para
evitar que el azúcar se asiente en el fondo y acabe quemándose. También es importante
no dejar que hierva.
Si tenéis leche en polvo también os sirve para preparar esta receta.
Hay quienes gustan de poner un poco de mantequilla para dar una textura
diferente, os animamos a que probéis distintas fórmulas hasta dar con la que
más os satisfaga.
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